domingo, 25 de febrero de 2018

Forges (jueves 22 de febrero)

Cuando digo que hay rachas que no traen cosas buenas en los vientos mundanos, también me refiero a la marcha de ciertas personas que a mi juicio enriquecen el patio con su humor e inteligencia, algunos tan habituales que ya son de la familia, y si se mueren lo consideras una traición.
Es lo que me ha pasado con Forges, que está en todas las esquinas de mi vida, lo he sonreído en cada casa en la que he vivido, en muchos cafés de la mañana, en hilos de Facebook, como reacción a las tragedias y a la burla política con unas maneras suaves que se están perdiendo, en la época del insulto y la descalificación gratuita.
Valoro tanto la forma de estar en el mundo de quien no necesita gritar para hacerse oír, de quien tiene la habilidad de retratar con unos pocos trazos un problema gordo y sacar una sonrisa a quien sepa entender, porque todos no saben , pero en esa complicidad de una viñeta gráfica uno sabe que no está solo, y a veces es más certero y significativo que leerse un libro entero.
He tenido algunos novios en mi vida, y todos leían a Forges y lo tenían en sus repisas, sus colecciones, sus objetos de marketing con los Blasillos , las viejas de negro, los pelillos que sobresalen de la calva, las narizotas, la estupefacción ante el expolio y el abuso, la carcajada ante el aburrimiento marital, los perrillos de mirada lista, los soles en el horizonte.
Curiosamente siempre ha estado ahí, supongo que al igual que en las casas de muchísimos españoles.
Mi querido Forges, me da igual caer en pecado de mitomanía, cómo siento tu pérdida desde el fondo del corazón, porque junto con los músicos y algunos poetas sencillos, es esa gente la que hacen que el mundo valga la pena en el paréntesis de una vida que según la estadística, pasaremos masacrados entre  noticias de mierda y ataques de todo tipo, entre bancos mundiales y mentiras de toda índole.
Permite que rubrique con tu firma esta entradilla, porque me niego a creer que no vayas a dibujar más días y mañanas, que no vaya a ver más interpretaciones tuyas de la sucia realidad.
Y descansa en paz, querido, querido Forges.



3 comentarios:

Tracy dijo...

Estoy de acuerdo contigo de principio a fin. También lo he sentido mucho, era el MAESTRO.
Un beso enorme.

Isabel dijo...

También me han acompañado sus viñetas, como las de el Roto, otro gran comunicador. Qué alegría poder decir tanto con tan poco. Y como todo se va repitiendo, Forges no morirá nunca porque recurriremos a él.

Besos.

Genín dijo...

Si, ya solo puedo decir, que en paz descanse, hasta luego chaval...
Besos y salud

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